En PlatinumGames son conocidos por ser artesanos en videojuegos de acción. Pero también son conocidos porque, aún con su calidad, pocas veces llegan a ser un éxito de ventas. Y por triste que sea, gracias al fracaso en consolas que hoy nos ocupa, SEGA ha querido rentabilizar Vanquish sacándolo en PC años después de su lanzamiento. ¿Por qué no recaudó más? ¿Hay algo terrible que no nos cuentan? ¡Ponte tu mejor armadura de Iron Man y descubrámoslo!
Jugabilidad: Juego de acción en tercera persona. Sus controles son relativamente simples, básicos en este género. Podemos apuntar/disparar con el ratón, el movimiento se ejecuta con las teclas WASD, nos escondemos en coberturas y lanzamos granadas con el teclado. Pero cuenta con dos atractivos diferenciadores; el primero, un tiempo bala propio de Max Payne 3, en el que la situación se ralentiza y podemos atacar o esquivar a placer. Hacerlo es realmente sencillo, casi involuntario -de hecho, a veces involuntario-, y se entremezcla de forma muy satisfactoria con el resto de movimientos. El segundo es un impulso, que nos hace deslizarnos a toda velocidad por el escenario en cualquier dirección. Ambos consumen una barra de energía común que se rellena automáticamente.
Es la combinación de estos dos factores lo que aleja a Vanquish de cualquier comparación posible con otros videojuegos. Su objetivo es que estés constantemente moviéndote, disparando sin tregua y parando el tiempo, logrando un espectáculo adrenalínico lleno de balas y acrobacias donde no hay lugar a esconderse o ir de cobertura en cobertura, por mucho que ofrezcan esa opción.
Tenemos a nuestra disposición casi una docena de armas, aunque sólo se pueden llevar cuatro encima. Hay clásicos, como la ametralladora, un lanzamisiles o una escopeta, pero también trata de meter cosas originales, como un lanza-discos o un rayo de energía. Además, cada arma cuenta con un sistema de mejoras automáticas, entre las que se incluyen llevar más balas o que tarde menos en fijar el objetivo. Estas se desbloquean consiguiendo un arma igual a la que llevas encima si está llena de balas, o con un power-up que sueltan algunos enemigos al morir. Aquí entra en juego el factor estratégico: ¿Gastarías un hueco de los cuatro en llevar un arma sin balas porque está muy mejorada, o la sustituirías a la primera oportunidad por algo que funcione en su formato básico?
Los niveles se basan en pasillos y pequeñas zonas abiertas. No tratan de innovar, pero buscan que lo que ocurre en ellas funcione. Porque al final, todo es matar y avanzar, más matar y más avanzar. En ningún momento hay algo parecido a plataformeo o exploración, pero eso no es algo malo. De hecho, le sienta muy bien que se centre en el combate, para lo que fue creado. Con este sistema que te pide ser tan activo, en el que no puedes ni debes frenar, he tenido algunas de las mejores situaciones que me ha dado este género, especialmente contra los jefes finales -es una lástima que estos se repitan tanto-.
Historia: Somos Sam, un investigador/sujeto de pruebas de DARPA, una organización que investiga como el mundo puede ser un lugar mejor. O peor, si sus inventos caen en manos rusas. Esto es lo que ha pasado con su colonia espacial, que además de ser un lugar precioso con jardines y fuentes, es un arma gigante que puede apuntar al planeta y explotar cosas a distancia. Porque a DARPA le encantan las armas. Para recuperar el sitio y salvar a su líder, utilizarán su última invención, una armadura robada de Industrias Stark que convierte a su usuario en una máquina de matar.
Sé que existe un trasfondo, pero lo explican como texto en unas pantallas de carga… que duran dos segundos, volviendo imposible enterarse de algo. Lo que ocurre en el propio juego es muy simplón y están todos los clichés que puedes esperar, junto a personajes más planos que el papel. Y aunque me sorprende como el ejército de EEUU no puede permitirse mujeres, pero sí un tío enorme con un brazo robot, hay que encararlo con la idea de que es una japonesada de serie B a la que, simplemente, le tendrás que echar algo de humor. O hacer un juego de beber con ella, que se presta a ello por lo predecible que puede llegar a ser.
Por desgracia, no puedo decir que la narración apenas influya, ya que el juego depende de ella, y hay casi tres horas de video en las que no puedes actuar. Videos que, por cierto, muchas veces te preguntarás por qué no son secciones jugables, pues son batallas que parecen bastante impresionantes. Ojalá las hubiera jugado para comprobarlo.
Arte/Tecnología: Es genérico. No puedo decir si en su día destacaba o no, pero desde personajes a escenarios, pasando por robots o el ambiente general, no he visto nada que sorprenda. La armadura que llevamos durante la aventura está bien, pero tampoco es nada nuevo. No es que se vea mal, pero si en un futuro veo algo sin contexto, no sabría si pertenece a Vanquish o a otro juego del mismo corte.
El lado técnico aguantó mejor el tipo. En PC nos ofrecen una versión en HD, con 60 fotogramas por segundo y varios efectos gráficos que no estaban de forma original. No consigue camuflar lo parco de los modelados, la distancia a la que cargan las texturas lejanas o la simpleza general, pero sí que lo suavizan mucho, haciéndolo agradable a la vista. Donde sí destaca algo más es en las animaciones de Sam, que van enlazando y mezclando todos sus movimientos con suavidad. El resto de los personajes no pueden decir lo mismo, pero tampoco nos fijaremos mucho en ellos.
Música/Sonido: La banda sonora es electrónica pura. Consigue transmitir que estás en un futuro cercano, pero a la vez sonar acorde a la acción que hay en pantalla. Es una pena como se queda tapada por, eso sí, unos geniales efectos sonoros llenos de explosiones, balas y robots. Son estos los que consiguen meterte en la aventura, aunque sea a costa de unas melodías que pasan a un tercer plano.
Está doblado al español, con unas voces que no sonaban mal, aunque tampoco le pusieron especial emoción. Un doblaje para salir del paso y que todos se fuesen con su cheque a casa, sin más.
Duración/Dificultad: Si bien es cierto que cuenta con varios modos de dificultad, algún modo extra, o que te intentan picar para repetir las misiones con más puntuación, Vanquish no pasa de las 7-8 horas de juego (incluyendo las cinemáticas). Y la verdad, no es algo malo. En PlatinumGames han querido enfocarse en el potencial de su juego, sin sucedáneos de otros géneros, alargar tramos o forzar la repetividad. No se puede negar la evidencia de lo corto que es, pero mientras dura, es extremadamente divertido. La duración acertada; ni más, ni menos.
Jugado en normal, la curva de dificultad es bastante amigable y no he notado una complicación innecesaria, ni picos con zonas extremadamente difíciles seguidas de momentos fáciles. Está bien llevada para que no puedas parar de moverte.
En resumen: Vanquish, como juego, es genial. Su interpretación de cómo deberían ser los shooters en tercera persona me parece fantástica, y creo que la ejecuta muy bien. Acción, ritmo y acrobacias al servicio de la diversión 7/10. Es una pena que el envoltorio no acompañe con la misma calidad, pues sufre de una historia que es mejor no tomarse en serio, unas escenas de video demasiado pesadas, y un apartado audiovisual que no le hace ningún favor. Pero son problemas que no afectan al entretenimiento que puede darte durante un par de tardes si te gusta el género. Si eres de pegar tiros, aquí tienes una gran opción.
Al menos, el colectivo sadomasoquista está bien representado. Un diez por Platinum.
PC Usado: CUSTOM
- Procesador Intel® Core, i7-2600K CPU @ 3.40GHz
- Memoria RAM 16GB DDR3
- Sapphire Radeon RX 480 8GB GDDR5
- Windows 10 Pro 64 bits
- Jugado con teclado y ratón
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